martes, 8 de marzo de 2016

Comunicado del comité de empresa de Luarna Ediciones S.L. Ante los últimos acontecimientos vividos en BQ.

Luarna Ediciones S.L. es una empresa del grupo BQ. Se constituye en 2009 como empresa dedicada a la edición de libros digitales, y comienza a comercializar el primer reader de lo que acabaría por convertirse en bq. Con el paso de los años, Luarna pasa a formar parte del grupo empresarial que conforma la marca BQ, siendo la encargada de todo el servicio de postventa de la marca.
Desde su creación en 2009, el éxito de BQ se ha basado en ofrecer un servicio de atención al cliente de altísima calidad. Cuando un cliente compraba un producto de la marca, su grado de satisfacción le hacía, no sólo repetir, sino además recomendarlo. Ese grado de satisfacción (superior al 90%) y el boca a boca hicieron que BQ pasase de tener una facturación que no llegaba a los 4 millones en 2010 a superar los 200 millones de euros en 2014.
Durante los primeros años la política de BQ se basaba en reinvertir los beneficios, para lograr así que la empresa siguiese creciendo. Sin embargo, a medida que la facturación y el capital social aumentaba, las condiciones de los trabajadores se quedaban estancadas. Durante todos estos años de crecimiento, BQ ha estado pagando a sus trabajadores sueldos muy por debajo de lo que debería, dado que el convenio colectivo que se aplica en las empresas de la marca no se ajusta a la actividad de la misma. De hecho, se nos ha llegado a insinuar que el cambio de convenio podría hacer peligrar el futuro de la compañía, ya que supondría un aumento del gasto inasumible.
Las actitudes austeras con respecto a los salarios han sido una seña de identidad de BQ. De hecho, durante el año 2013 se implantó un turno de noche en el servicio técnico al que nunca se le reconoció ni pagó la nocturnidad. Decenas de personas estuvieron durante casi un año trabajando en turno de noche sin recibir nada a cambio. Cuando el personal empezaba a estar cansado de estas condiciones, la decisión de la empresa, en lugar de mejorar dichas condiciones, fue mudarse a unas instalaciones más grandes para poder eliminar así el turno de noche.
Otra de las prácticas habituales de la compañía es la de utilizar conceptos absorbibles de la nómina para amortiguar los incrementos salariales, de esta forma, los aumentos producidos por el ascenso a una categoría profesional superior, o el plus de antigüedad, son imperceptibles en la nómina de los trabajadores, pues símplemente se restan las cantidades de estos aumentos de los conceptos absorbiles, siendo la cantidad a cobrar prácticamente la misma.
En estas condiciones, los trabajadores y trabajadoras de BQ, que hemos considerado este proyecto como propio, entendimos que lo importante era sacar adelante a una empresa española que se convertiría en líder del sector tecnológico. Y así lo hicimos. Durante estos años hemos trabajado muy duro para que BQ sea lo que es, y nos hemos sentido orgullosos cada vez que nuestros conocidos, amigos y familiares hablaban maravillas de la marca y del servicio que ofrecía, pues era el fruto de nuestro esfuerzo.
Desde la constitución del comité de empresa, en abril de 2014, las relaciones entre el comité y la dirección de la empresa han sido cordiales, si bien es cierto que el comité de empresa se ha limitado, durante estos meses, única y exclusivamente, a reclamar lo que legalmente pertencía a la plantilla, sin entrar a valorar posibles mejoras sustanciales como la modificación del convenio colectivo o los incrementos de las tablas salariales, ya que la empresa siempre se ha negado tajantemente a abordar estos temas.
Pero desde hace unos meses la dirección de la empresa, de manera unilateral y sin contar con el comité de empresa ni con la plantilla, ha decidido cambiar el rumbo de la compañía, externalizando servicios propios como la reparación de los dispositivos electrónicos (smartphones y tablets) de la marca. Del mismo modo se han cerrado servicios de atención a los clientes como el servicio de chat, que venía funcionando hasta ahora sin incidencias.
También en las últimas semanas se ha procedido a mudar la línea de atención telefónica a una línea de pago 902, encareciendo el coste de las consultas que hasta ahora se hacían de manera gratuíta.
Todas estas decisiones han hecho que la cantidad de trabajo disminuya, obviamente, en nuestras instalaciones, no así en las empresas subcontratadas que realizan trabajos para BQ.
Las consecuencias de todo esto son, que sólo en lo que va de año se han producido casi 80 bajas, entre despidos y no renovaciones, en los centros de trabajo de Rivas Vaciamadrid.
Llevamos meses viendo cómo sacan el trabajo fuera de nuestras instalaciones, viendo como desmantelan departamentos enteros, mientras la empresa, por su parte, sin aportar ningún dato al respecto, hace un llamamiento a la calma, como si de una cuestión de fe se tratase.
Alegando que las nuevas estrategias comerciales de la compañía no afectarían a la plantilla.
Ahora la estrategia de la compañía es acusar al comité de empresa de predicar un mensaje casi apocalíptico, de dañar la imagen de la marca al denunciar lo que está pasando y amenazar con adoptar medidas legales por los daños que los comunicados de este comité de empresa pudieran causar a la compañía.
Lo cierto es que tenemos claras evidencias de que se puede estar produciendo un ERE encubierto, ya que de las 80 bajas sufridas en los últimos meses, más de 30 han sido despidos de trabajadores con contratación indefinida.
Por estos motivos, la plantilla de BQ en Rivas Vaciamadrid, y en su nombre, el comité de empresa de manera unánime, con el respaldo de las tres secciones sindicales que lo conforman, hemos decidido convocar, para el próximo jueves 10 de Marzo una jornada de paros y movilizaciones, que consistirán en paros de media hora en cada centro, tanto en turno de mañana como en turno de tarde. Los paros irán acompañados de una concentración en la puerta del centro de trabajo a la que hemos convocado a todas las compañeras y compañeros
despedidos y/o no renovados y que junto con el comité de empresa y las personas que de manera solidaria decidan acompañarnos, marcharemos en manifestación de un centro a otroentre medias de los paros convocados.
Desde el comité de empresa instamos a la dirección de la compañía a revertir las consecuencias de esta nueva política. Exigimos el cese inmediato de los despidos, el fin de la externalización, la reapertura de los servicios cerrados y la reincorporación de todas las compañeras y compañeros despedidos.
Denunciamos las malas prácticas de la compañía, no con el fin de dañar la imagen de BQ, sino con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo de la plantilla. Queremos seguir considerando este proyecto como propio, y queremos seguir sintiendo orgullo de pertenecer a esta compañía. Queremos recuperar la confianza de los clientes, y que el grado de satisfacción vuelva a estar muy por encima de la media del sector, pero para ello es necesario un cambio en las decisiones adoptadas por la empresa.
Una empresa que no cuida a sus trabajadoras es una empresa que no se cuida a sí misma, y la plantilla no podrá sentirse orgullosa de la empresa mientras no tengamos unas condiciones de trabajo dignas, que nos ofrezcan seguridad y estabilidad para el futuro.
Queremos que BQ siga creciendo, pero también queremos crecer con BQ.

Comité de empresa de Luarna Ediciones S.L.