“Hemos vuelto a ganar las elecciones sindicales con una amplia ventaja, incrementando la diferencia sobre el segundo sindicato. Con 96.500 delegados y más de 960.000 afiliados, somos la primera organización de este país”. Así ha comenzado su intervención el secretario general de CCOO, Unai Sordo, en la Jornada de Desarrollo Organizativo que el sindicato está celebrando con el objetivo de fortalecerse para dar cobertura a los trabajadores de las pequeñas y muy pequeñas empresas. “Para que estos vean que no están solos y que el sindicato es de fiar, útil”, aseguró.
“Debemos estar cerca de la gente, con la gente; que vean que no están solos, que el sindicato es útil”
En una intervención centrada en destacar la importancia del desarrollo organizativo del sindicato, Unai Sordo señaló que este no está dirigido exclusivamente, ni siquiera principalmente, a ganar las elecciones sindicales. “Va más allá”, dijo. Con el desarrollo organizativo, está en juego hasta qué punto el sindicalismo va a ser determinante o no en la sociedad en las próximas décadas. “Se trata de ganar poder sindical en un mundo que ha cambiado, que obliga al sindicato a evolucionar si quiere dar respuesta a esos cambios”, argumentó.
Según se encargó de recordar, el sindicalismo históricamente tenía una fuerte presencia en los grandes núcleos, al principio industriales, con una capacidad de intervención potente en las empresas y en los sectores y en el caso de CCOO, por su carácter sociopolítico, incluso en la sociedad, pero el mundo laboral ha cambiado radicalmente. “Hoy en día, para poder negociar y determinar las condiciones de vida y de trabajo, no basta con seguir siendo fuerte donde antes lo éramos”, porque muchos de los grandes problemas de precariedad, salud laboral, de no acceder a la formación, se dan en las innumerables pequeñas empresas, donde están la mayoría de los trabajadores, sostuvo el secretario general de CCOO.
“¿Cómo damos respuesta organizada a esta nueva realidad de multitud de empresas, con alta temporalidad, rotación y falsos autónomos?”, se preguntó al respecto. Una cosa dejó clara Unai Sordo: no podemos quedarnos en la teoría, en la retórica, sabiendo que “no todo es representar, es organizar”, subrayó. “Debemos estar cerca de la gente, con la gente, porque si no tienes organizados a los trabajadores y trabajadora, el sindicato es débil”, aseveró.
De ahí la importancia del desarrollo organizativo, concluyó Sordo, de la extensión del sindicato a las pequeñas empresas, de manera organizada y coordenada, para dar cobertura a las personas de estos centros, que sientan que no están solos, que el sindicato es de fiar y útil.
